Miles de centroamericanos pasan por México hacia Estados Unidos en búsqueda de alcanzar una mejor calidad de vida. Lo que quizás no se imaginan cuando emprenden el viaje son las peligrosas situaciones a las que se exponen en su travesía.
Desde Honduras, Guatemala, El Salvador, Nicaragua y otras partes del mundo, viene cada año mujeres, niños y familias enteras en una dura travesía. El pasado año 2020 se logro reducir la cantidad de personas que transitan por estas fronteras gracias a la pandemia, sin embargo siguieron ocurriendo eventos delictivos en contra de los migrantes por bandas organizadas de México.
Secuestros, robos, violaciones y asesinatos aterrorizan a las personas que a pesar de conocer la situación deciden arriesgarse para lograr llegar a Estados Unidos o establecerse en México.
De acuerdo a la organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF), que brinda su apoyo de manera gratuita a estas personas, la violencia aumento en el último año, especialmente en el sur del país.
La situación de estas personas empeora debido a la pandemia, ya que muchos albergues de paso que les tendían la mano han dejado de funcionar como consecuencia del covid-19 y la crisis de contagios en aumento.
Esta realidad ha traído como consecuencia que más personas estén durmiendo y deambulando en las calles expuestas al vandalismo.
Los huracanes que han azotado a Nicaragua y Honduras en las últimas semanas, han obligado a más personas a dejar su país y adentrarse a lo desconocido.
La situación de migrantes centroamericanos es una de las que tendrán que enfrentar los presidentes de México y Estados Unidos, Andrés López Obrador y Joe Biden, en el presente 2021, creando estrategias que les permitan disminuir la afluencia de migrantes que se han convertido en el blanco de diferentes conflictos internos para cada nación.
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