El anuncio de Roborock en CES 2025 provocó un giro inesperado en el mercado de robots aspiradores: el nuevo Saros Z70, un dispositivo equipado con un brazo mecánico capaz de apartar pequeños objetos del camino para no quedar atascado a mitad de la limpieza.
Unos lo consideran un movimiento audaz, otros se preguntan si el concepto logra resolver un problema real que afecta a millones de usuarios: el típico calcetín enredado en el cepillo giratorio. La idea sobrevuela un territorio de escepticismo y emoción, en partes iguales, al hacer su debut ante el público tecnológico.
Un vistazo al brazo mecánico plegable
El Saros Z70 incorpora un brazo con tecnología OmniGrip. Este brazo se despliega cuando detecta un objeto ligero -menos de 300 gramos- y pretende retirarlo del camino de la aspiradora para evitar bloqueos. — El brazo de cinco ejes ofrece movilidad precisa — y, de acuerdo con Roborock, se enfocará en cosas como calcetines, sandalias livianas, toallas pequeñas o incluso pañuelos de papel.
Ese rango, de primeras, suena limitado, aunque la compañía sugiere que solo es el inicio de un potencial más grande. Como detalle curioso, la función de levantar y guardar objetos viene desactivada de fábrica. Quien quiera explorar las habilidades del brazo mecánico deberá habilitar esta característica en la aplicación Roborock.
Allí se puede designar dónde se depositarán los artículos recuperados: podría ser un cesto cercano o un rincón designado para tal fin. En una demostración privada, la marca utilizó una canasta en el piso para ilustrar el proceso. La escena lucía casi coreografiada: el brazo se alzaba, detectaba el calcetín, lo levantaba con precisión y lo colocaba en el lugar asignado.
¿Un cambio de paradigma o una simple curiosidad?
Analistas de la industria no terminan de coincidir en la importancia de esta característica. Algunos ven en el brazo mecánico la evolución natural de los robots de limpieza. Argumentan que la automatización real pasa por resolver obstáculos cotidianos y no solo por rodar de manera autónoma.
Otros, en cambio, sostienen que remover objetos de forma automatizada no sería tan crucial si el usuario acostumbrara despejar el espacio antes de iniciar la limpieza. — La cuestión, al final, gira en torno a la pereza vs. la conveniencia —.
En cualquier caso, es innegable que el Z70 busca solventar uno de los factores más molestos de los robots aspiradores: quedar atascados con pequeños objetos y suspender su tarea hasta recibir auxilio humano. Si el brazo mecánico funciona con la confiabilidad que promete el fabricante, esto podría representar un salto significativo en el confort del día a día.
Potencia de succión y otras bondades
Roborock ha subrayado que el Saros Z70 se sitúa en la cima de la industria con 22,000 Pa de succión. Tal nivel de potencia lo convertiría, en palabras de la propia empresa, en la nueva insignia de su catálogo. El apartado de succión se combina con un diseño de doble cepillo antienredos -con un cepillo principal FreeFlow y un cepillo lateral elevable FlexiArm Riser- para minimizar acumulaciones de cabello y basura.
Estas mejoras pueden resultar vitales para quienes tienen mascotas que sueltan mucho pelo o para los hogares donde se acumula suciedad con rapidez. Además, el dispositivo combina la función de aspirado con un sistema de fregado basado en mopas de doble giro que pueden elevarse hasta 22 mm al acercarse a alfombras de pelo medio.
Así, la limpieza de los pisos duros y las zonas de alfombra sucedería sin contratiempos, puesto que el robot diferenciaría ambas superficies. Hay quienes se preguntan si este sistema podría ser algo ruidoso, considerando la potencia de succión y la acción rotatoria de las mopas. Aun así, la marca insiste en que la experiencia de uso es bastante silenciosa.
Sensores de precisión y tecnología de visión
Una de las piezas clave del brazo OmniGrip es su capacidad de detectar obstáculos con sensores de precisión, una cámara integrada y una luz LED que aporta información detallada al sistema de navegación.
Roborock describe el dispositivo como un “ojo mecánico” que permite distinguir pañuelos de papel, servilletas o pequeños juguetes abandonados en el suelo. Esa meticulosidad se sincroniza con el proceso de mapeo que el Saros Z70 realiza en su primera pasada: el robot identifica los objetos, decide si puede levantarlos y, posteriormente, retorna para retirarlos y limpiar la zona omitida.
— Se elimina ese instante frustrante en que el robot se enreda con un calcetín y se apaga — Esa promesa entusiasma a usuarios que se han topado con aspiradoras trabadas tras chocar con un zapato o con un trapo de cocina.
No obstante, habrá que ver en la práctica la efectividad real de dicho brazo mecánico, sobre todo en entornos con muchos objetos desperdigados.
Medidas de seguridad y usos controlados
El brazo mecánico del Saros Z70 conlleva una serie de cautelas. El robot cuenta con un seguro para niños, un botón de detención de emergencia y un protocolo que impide el despliegue del brazo si este no encuentra suficiente espacio para maniobrar.
Se trata de evitar situaciones de riesgo en hogares donde haya mascotas curiosas o pequeños que tiendan a curiosear en el entorno de la aspiradora. La atención a la seguridad incluye la definición de objetos autorizados para ser levantados, limitando la interacción del brazo a ítems con volumen y peso específicos.
Roborock enfatiza que este es el primer paso de una tecnología que se pulirá conforme avance el tiempo y se reciba retroalimentación de los usuarios.
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