A partir de febrero de 2025, el gigante japonés dejará de producir los discos Blu-Ray, junto con otros formatos que alguna vez fueron vanguardistas, como el MiniDisc y las cintas MiniDV. Un movimiento que podría parecer, para muchos, la última daga clavada a un mundo que lentamente se va apagando —el mundo del almacenamiento físico.
Blu-Ray: El formato que llegó para quedarse…
Cuando surgieron los Blu-Ray a comienzos del año 2000, parecían ser la respuesta a las expectativas de una nueva época digital. Surgen para respaldar contenido en alta definición, con una impresionante capacidad de almacenamiento que, durante un periodo, consagró al Blu-Ray como el monarca de los formatos de video.
Aquellos días, cuando las películas en HD eran un lujo y las pantallas de televisión de alta resolución comenzaban a salir al mercado, los discos Blu-Ray eran, en cierto sentido, el futuro del cine en casa. Pero lo que parecía el futuro eterno del entretenimiento físico terminó cediendo ante lo inevitable.
El streaming: el monstruo que se lo traga todo
Si alguien creía que el Blu-Ray tendría una larga existencia por delante, no habría podido prever el fulgoroso crecimiento del streaming. Plataformas como Netflix, Disney+ y Amazon Prime han transformado radicalmente nuestra manera de consumir contenido.
Los Blu-Ray fueron superados por un cúmulo de opciones disponibles en el menú, evitando la necesidad de visitar la tienda ni ocupar espacio en un estantes. En 2023, el DVD sigue siendo el líder del mercado con un 52% de participación, mientras que el Blu-Ray solo llega al 16.2%.
A pesar de que el Blu-Ray 4K sigue siendo un placer para los más exigentes, todavía su adopción es limitada. ¿Por qué motivo? Dado que para la mayoría de las personas, el contenido está a solo un clic, en sus aparatos móviles, televisores o consolas, evitando tener que confrontar discos duros, almacenamientos físicos o reproductores especiales.
—¿Por qué complicarse la vida?— se pregunta la mayoría. Y es aquí donde el Blu-Ray comenzó a perder su atractivo. El mismo público que antes celebraba la calidad visual que solo un Blu-Ray podía ofrecer ahora se ha volcado en la inmediatez del streaming.
Y con la llegada de nuevas plataformas como Apple TV+ y el éxito de HBO Max, los discos, sencillamente, ya no tienen cabida.
¿Por qué Sony toma esta decisión ahora?
Es fácil, si observamos los números. Las ventas de discos Blu-Ray han descendido a una velocidad preocupante: se calcula que el mercado ha sufrido una reducción del 20 al 25% anual. Con toda razón, Sony ha determinado que ya no tiene sentido continuar invirtiendo en un producto cuya demanda disminuye progresivamente.
Y no es únicamente Sony. LG, Samsung y Oppo han decidido retroceder, retirando sus dispositivos Blu-Ray a causa del escaso incremento en las ventas. No hay más espacio para el almacenamiento físico, al menos no en el mercado masivo.
Lo que Sony ha hecho, en esencia, es entender que el futuro ya está aquí. El contenido digital ha tomado el control absoluto, y aunque el Blu-Ray tiene su nicho de mercado, este ya no es suficiente para justificar su producción.
Sony cierra una puerta
La cuestión que muchos se plantean es si Sony está abandonando el formato en papel o si, en realidad, está experimentando una reinventiva. Finalmente, las grandes compañías de tecnología no dejan tan sencillamente lo que en un momento fue un triunfo mundial.
¿Está Sony solo enfocándose en el desarrollo de software y plataformas de transmisión en línea propias, o está explorando otras modalidades de entretenimiento digital?
— Al igual que otros formatos previos a él, el Blu-Ray será relegado a los cines de la historia —. Con la creciente influencia de los servicios de transmisión en directo y el acceso inmediato a contenido de excelente calidad, ya no es necesario más.
Estos discos fueron una joya de su tiempo, pero ahora son parte de una nostalgia que, aunque querida por algunos, ya no es suficiente para sostenerse por sí sola. El futuro está en la nube, y ya está aquí.
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