CDMX, 24 de julio del 2023.-No es raro que los usuarios de chatbots con Inteligencia Artificial (IA), como ChatGPT y Bard, se topen con lo que se llama «alucinaciones», es decir, la tendencia de estas herramientas a inventar información.
A pesar de ello, los chatbots pueden ser bastante útiles si se les alimenta con información de fuentes confiables, como sitios web acreditados y estudios de investigación. «Si les proporcionas la información correcta, pueden hacer cosas sorprendentes con ella», dice Sam Heutmaker, fundador de Context, una startup de IA. Pero por sí solos, Heutmaker advierte que el 70% de la información que producen puede ser inexacta.
Por ejemplo, ChatGPT y Bard pueden generar recetas que suenan bien en teoría, pero pueden fallar en la práctica. Cuando se les pidió planificar comidas utilizando sus propias capacidades, generaron resultados menos que satisfactorios. Sin embargo, cuando se les pidió que usaran información de sitios web confiables, como Tasty de BuzzFeed, pudieron proporcionar planes de comida y recetas usando envasado al vacío mucho más confiables y sabrosos.
Al realizar investigaciones para un artículo, el autor encontró que los chatbots a veces se equivocaban en detalles cruciales. En lugar de confiar en la IA para la investigación, resultó ser más eficaz utilizar herramientas que permitieran verificar rápidamente la precisión de los datos, como Humata.AI. Esta herramienta permite cargar un documento y un chatbot responde a preguntas basándose en ese documento, destacando las partes relevantes.
En el caso de planificar viajes, los chatbots también han demostrado ser útiles cuando se les alimenta con información de fuentes confiables, como Thrillist o la sección de viajes del Times. En pocos minutos, un chatbot puede generar un itinerario detallado que incluye actividades y restaurantes que se adaptan a las necesidades específicas de los viajeros.
A pesar de los esfuerzos de Google y OpenAI para reducir las alucinaciones en sus chatbots, aún podemos beneficiarnos de la IA tomando el control de las fuentes de datos que los bots utilizan para dar respuestas. Alimentar a los chatbots con información de fuentes confiables puede mejorar significativamente la precisión de la información que generan.
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